– Buenos días, perdón por la tardanza – dijo Brennan,
mientras se sentaba frente a Booth y Hanna; en el Royal Dinner.
– Me sorprendes Temperance, tú no acostumbras llegar tarde –
comento Hanna.
– Bueno es que tuve una noche ocupada.
– Ya lo creo, ayer ni siquiera te vi salir de la cena
Huesos.
– Conocí a alguien así que salimos rápidamente – contesto de
forma casual.
– Desde que te conocí Temperance no te vi salir con nadie,
pero de unas semanas a la fecha… –paro de repente Hanna.
– Había olvidado lo que era estar con alguien, de satisfacer
mis necesidades fisiológicas.
– Porque no cambiamos de tema – pidió Booth, pues la charla
lo estaba incomodando.
– Seeley estamos sosteniendo una conversación de chicas.
– Ese es el problema, yo estoy aquí – dijo molesto.
– Lo siento no puedo quedarme a desayunar, tengo que ir al
laboratorio ya voy tarde – dijo la antropóloga apurada; se paro y tomo su bolso cuando se giro para retirarse,
choco con un hombre que venía del lado contrario, el café y el paquete de donas
que este tenía en la mano cayeron al suelo. – Ay no puede ser, una disculpa –
dijo Brennan mientras se inclinaba para tratar de recoger todo.
– No se preocupe señorita – dijo el hombre tomando sus manos
para que parara.
– Lo siento, no lo vi, pida algo mas, yo pago.
– Fue un descuido mío, no estaba mirando – él la ayudo a
levantarse y cuando al fin estuvieron frente a frente sus miradas se
encontraron por primera vez.
– Soy Denny Tomsk
– Mucho gusto soy Temperance Brennan – dijo, tomando la mano
del hombre.
– Huesos, ¿Está todo bien? – pregunto Booth
– Si claro, un pequeño accidente – dijo sin voltear a verlos
– pero insisto en pagar su desayuno.
– Al parecer no la hare cambiar de idea, así que acepto.
Mientras el chico pedía de nuevo su desayuno, Brennan lo
miraba atentamente, era alto de metro ochenta, quizás un poco más. Su
complexión atlética, su estructura ósea bien formada, su cabello corto de un
café obscuro; sus ojos eran color miel. Llevaba un traje beige que le daba gran
presencia. Cuando se dio cuenta de que Brennan lo observaba le ofreció una
amplia sonrisa. Al terminar de hacer su pedido Brennan como había dicho pago y
se fue.
Booth y Hanna la esperaron fuera de la cafetería, cuando
ella salió venía comiendo una dona.
– Insistió en que comiera una – dijo mientras se las
enseñaba.
Varios días pasaron desde ese encuentro, algunas veces
Brennan lo veía por los al redores de la cafetería. A Booth le parecía
conocido, pero no lo podía investigar ya que Huesos no le había dicho el nombre,
pues parecía no importarle. Pero a decir verdad ella estaba desconcertada ya
que cada vez que se veían, el no le hablaba, además de que creía haberlo visto fuera de su departamento.
Dos semanas después se encontraban investigando un nuevo
caso, ese día Booth, Hanna, Cam y Brennan estaban comentando acerca del caso en
la cafetería.
– Voy al sanitario, en un momento regreso – aviso Cam,
girando su banco, pues estaban sentados en la barra.
Después de esto todo paso muy rápido, las puertas del lugar
se abrieron, un hombre entro gritando – ¡¡¡AGACHENCE!!! – corrió hasta donde estaba Brennan y la
empujo contra la pared más cercana.
La primera detonación no se supo a donde fue a parar, un
segundo disparo se impacto contra el vidrio de la cafetería. Booth había hecho
que Hanna se agachara mientras él la cubría con su cuerpo.
Cuando todo quedo en silencio, Booth reacciono, levanto la
mirada para buscar a Brennan y la encontró mirando al hombre que la mantenía
entre la pared y su cuerpo. Recordó el primer disparo y pensó lo peor. Ella no
se movía y al mirar bien el hombre mantenía una mano en medio de sus cuerpos.
– ¡¡¡SUELTALA!!! – Sé paro inmediatamente y saco su arma – F.B.I. ¡¡¡SUELTALA!!! – exigió de nuevo al hombre.
– Agente Booth la Dra. Brennan se encuentra a salvo.
– ¡¡¡SUELTALA!!! – ordeno Booth.
–Tranquilo, Temperance, ¿Te encuentras bien? – pregunto el
hombre para asegurarse que ella estaba bien.
La aludida asiento, entonces el hombre se fue moviendo
lentamente, pues Booth aun le apuntaba.
– Huesos, ven conmigo – pidió el agente.
– Espera por favor – dijo el hombre de pronto –Espere
agente, aun no ha pasado el peligro. Yo estoy de su lado – hablo el tipo,
tratando de tranquilizar a Booth. Como no vio que el reaccionara, llevo una
mano a su cintura.
– Detente – dijo Booth, en tono enfadado.
El chico no se detuvo, y poco a poco fue sacando una placa.
– Tú ¿Eres un agente? – pregunto Brennan.
– Sí – pero no pudo continuar con su explicación ya que un
equipo armado del F.B.I. entro al lugar, encabezado por Andrew.
– ¿Qué es lo que está pasando? – pregunto Booth, bajando el
arma.
– Tengo que explicarles muchas cosas. Por favor las personas
que no estén heridas salgan de aquí – ordeno Hancker.
Después de que los clientes y personal del Royal Dinner
salieron a la calle, para ser atendidos o para rendir sus declaraciones de los
hechos, Hancker explico a Brennan, Booth, Cam y Hanna lo que estaba pasando.
– Hace un mes llego un anónimo, que debía ser entregado a
usted agente Booth, pero no fue así, ya que por un error el paquete llego a mi
oficina; al abrirlo encontré esto – dijo, mientras sacaba de su chaqueta una
bolsa de evidencia, esta contenía una hoja blanca en el que se alcanzaban a ver
letras recortadas de revistas y periódicos que decía:
“La Dra. Brennan no
debería seguir trabajando para el F.B.I. su vida corre peligro”
– Decidí no avisarles, ya que creí pertinente asignar a un
agente encubierto para que cuidara de Brennan, para así tenderle una trampa a
quien mando esto, pues creería que ella estaba desprotegida.
– ¿Eres agente del F.B.I.? – pregunto Brennan claramente
molesta.
– Así es – contesto Denny.
– ¿Por qué no me dijiste nada?
– Era una misión encubierte, acaso no escuchaste.
– Tengo derecho de saber si mi vida está en peligro.
– ¿Qué querías que te dijera? ‘Hola Temperance Brennan, soy
el Agente Denny Tomsk y estoy cuidando tu trasero, ya que te quieren matar’ –
dijo él en tono sarcástico.
– Esa es la verdad ¿No es así? – respondió Brennan, retando
con la mirada al agente.
– Bueno y consiguieron atraparlo – pregunto Cam, tratando de
cambiar de tema, pues la tensión entre Temperance y Denny era palpable.
– No, Denny alerto de movimientos extraños en el edificio de
enfrente, para cuando nosotros llegamos el segundo disparo ya había impactado
con el vidrio y en la azotea no había nadie.
– ¿Se trata de un francotirador? – pregunto Booth.
– Eso parece, mientras tanto Denny seguirá cuidando de
Temperance.
– Bueno ahora que ya sabe que la estamos cuidando, yo puedo
hacerme cargo de su protección – pidió Booth.
– Yo no quiero que él – dijo Brennan señalando al Denny –
esté detrás de mi todo el tiempo.
– A ver, aquí mando yo, así que el agente Tomsk se encara
del cuidado de Brennan – ordeno Hancker. Sin decir más, se giro y salió del
lugar.
– Dra. Saroyan tenemos que hablar acerca de la seguridad del
Instituto – hablo rápidamente Denny.
Cam no tuvo oportunidad de contestarle, pues Brennan sin más
tomo su bolso y se dirigió a la salida.
– ¿A dónde crees que vas? – dijo Denny tomándola del brazo.
– Voy a trabajar – dijo Brennan sin preocupación alguna.
– Acaban de dispararte, justo en este momento tenemos que
discutir acerca de tu seguridad.
– Número 1, para usted soy la Dra. Temperance Brennan;
número 2 es usted quien debe de organizar la forma de protegerme – dijo
Brennan, encarando al hombre – y número 3…
– Con la primera y la segunda bastan – dijo Denny en tono de
broma.
– ¿Qué? – pregunto Temperance
– Es un dicho popular, así se dice cuando ya no se tienen
opciones.
– Número 3 deje de perder el tiempo – contesto Brennan con
petulancia.
– Ey chicos relájense – intervino ahora Hanna.
– Huesos, creo que lo mejor es que por ahora dejemos el
caso.
– No Booth, ahora más que nunca debo seguir trabajando.
Vamos a ir a interrogar al novio de la victima ¿Verdad?
– Esta bien vámonos – cedió Booth, y muy a su pesar le hizo
señas a Denny para que los siguiera – Nos vemos en la tarde Hanna.
– Ok Seeley, cuídate. Te amo.
En la camioneta Denny iba en el asiento trasero, Booth y
Brennan estaban en completo silencio.
– No te había visto en las oficinas, ¿Eres nuevo? – pregunto Booth.
– Me acaban de transferir de New York, llevo 15 años al
servicio del F.B.I.
– ¿Por qué te transfirieron?
– Seeley te aseguro que estoy completamente capacitado para
cuidar de Tem… de la Dra. Temperance Brennan; por cierto, puedo preguntarle
algo Dra.
– ¿Qué quiere? – pregunto Brennan, mirando por el espejo
retrovisor.
– ¿A qué, se debe que usted me trate tan fríamente? ¿Por qué
siento tanto rechazo de su parte?
– No veo otro modo de tratarnos, usted en este momento está
trabajando.
– Pero el día en que nos conocimos, usted parecía muy
amigable.
– El día que nos conocimos, me pudo haber informado que mi
vida estaba en riesgo.
– Si le hubiera dicho, seguro habría puesto la misión en
riesgo.
– La cual llevaron a cabo y fallaron.
– Pues fíjese que yo no falle, ya que usted sigue con vida.
– Y ¿Qué? espera que se lo agradezca
– ¿Sera posible, que eso pase?
– Primero me tendría que ofrecer una disculpa, por no ser
sincero conmigo, el primer día.
– Llegamos – dijo Booth de repente, rápidamente bajo de la
camioneta y le hizo señas a Brennan para que lo siguiera. Sin esperar que Denny
revisara la zona ella se bajo – Huesos ¿Qué te ocurre?
– ¿A qué te refieres? – dijo con cara inocente.
– A tu actitud con el agente.
– No pasa nada, tú sabes que a mí no me gusta que estén
atrás de mí – contesto y empezó a caminar tan rápido como pudo, para que Denny
no la alcanzara. Este al notar las intenciones de la Dra., empezó a reír, al pasar junto a Booth le dio una palmada en
la espalda, busco sus lentes de sol y la comenzó a seguir.
El resto de la tarde estuvieron esperando al sospechoso, él
cual 3 horas después llego a su apartamento, al hablar con él, les comento que
el día que habían matado a su novia, el no se encontraba en el país, y que les
recomendaba hablar con la hermana de Rossy su novia, pues nunca la había
querido.
Al regreso Booth y Denny decidieron que lo mejor era que
Brennan se fuera a su casa, cosa que no le agrado a ella.
Entraron los 3 al apartamento, Booth fue quien se encargo de
revisar el lugar.
– Dra. Debe alejarse de las ventanas, es preferible que
duerma en el cuarto de huéspedes.
– ¿Cómo sabe que ese cuarto no tiene ventanas? – exigió
saber Brennan.
– Para que vea que si hago mi trabajo
– Huesos ¿quieres que me quede?
– No Booth, no es necesario.
– Ok, buenas noches, si sucede algo, llámame – dijo Booth,
sin más se dirigió a la puerta, pero antes de abrirla se freno al escuchar lo
que Denny le decía a Temperance.
– Dígame Dra. ¿En dónde voy a dormir?
– ¡¿Qué?! – preguntaron al unisonó.
– Tengo que estar dentro del departamento, podría entrar por
cualquier parte, por el cuarto de servicio, la puerta principal, si no creen
llámenle a Hancker – contesto muy seguro de sí.
– Ash – fue el único sonido que emitió Brennan, camino al
cuarto de huéspedes, cerró la puerta y se escucho como le puso el seguro.
– Cuídala bien – fue lo único que dijo Booth, antes de
salir.
Dos días después resolvieron el caso, la hermana de la
víctima era la culpable. La relación entre Brennan y Denny no había mejorado;
pero la tensión seguía en aumento. De la persona que había atentado contra
Brennan no se sabía nada. Una mañana Booth la llamó para que se encontraran en
la escena de un crimen, pues él no podía ir por ella. Con pesar la antropóloga
le pidió al agente Tomsk que la llevara.
Al llegar encontraron restos humanos enterrados entre
cientos de botellas de plástico, que
debido a la exposición al sol, algunas se adhirieron a los huesos.
Cuando lograron sacar todo, Brennan y sus dos acompañantes entraron al
contenedor. Ella empezó a revisar los restos, de pronto paro en lo que quedaba
de la mano de la mano de la víctima.
– Aquí hay algo – informo a los
caballeros. Con cuidado saco un trozo de papel, al desdoblarlo supo que el
mensaje era para ellos.
“Agente Booth a descuidado a la
Dra., a la persona que se supone siempre amó… o ¿No era así? ¿Sera que ya la
olvido? Tenga cuidado porque ahí miles de hombres detrás de ella. No se vaya a
quedar al final si una y sin la otra”
– ¿Qué le pasa a este tipo? Eso ni
siquiera es una amenaza – dijo Brennan intentando ignorar el contenido de la
nota.
– Dra. Brennan por lo que sea, es
mejor que lleven todo al Jeffersonian – pidió Denny, sabiendo de antemano cual
sería la respuesta a su petición.
– Sí, creo que es lo mejor –
contesto Brennan para su sorpresa y sin esperar comenzó a caminar.
– Agente Booth, debemos de
investigar, quien estuvo merodeando por aquí y hablar con la persona que
encontró el cuerpo.
– Quien llamo lo hizo de manera
anónima, pediré que rastren la llamada. Pero por favor ve con ella no la dejes
sola.
– Claro que no – contesto Tomsk.
Cuando este volteo y se dirigió a
Brennan, Booth vio como el hombre la tomaba de la espalda y protectoramente la
conducía a la salida. ¿Qué estaba pasando? Él era quien tenía que protegerla,
era él quien siempre cuidaba de ella. Su vida estaba en riesgo ¿Qué demonios
quería este hombre? ¿Cómo sabía de la relación entre ellos dos? Y lo peor,
Brennan había parecido indiferente a las palabras de aquella nota. Otra
preocupación vino a la mente de Booth; Hanna, también sabia de Hanna, ella
estaba en peligro, el final de la nota lo daba a entender. Se apresuro a salir
del contenedor, dejando instrucciones de que llevaran todo al instituto.
Una hora después Brennan y Denny
llegaban al departamento, ella sin decir nada se encamino al dormitorio.
– Dra. ¿Está todo bien? – pregunto
el hombre antes de que ella entrara.
– Sí agente – contesto sin
voltearlo a ver, pues por su rostro ya caían algunas lágrimas.
Al entrar a la habitación se tiro
sobre la cama y una vez más vino a ella aquel sentimiento que la invadió cuando
su familia se fue. ¿Porque sentía que las cosas se le estaban yendo de las manos? En qué punto del camino todo lo
que tenía se había convertido en nada. Todo lo que alguna vez le enorgulleció
ahora no parecía ser suficiente para mantenerla protegida. En qué momento le
entrego todo el poder a Booth. Aun recordaba aquella dolorosa noche cuando le
dijo que no podían estar juntos, solo había pensado en el bienestar de Booth. Y
el sin mas había decidido dejarla en el pasado. También recordó la noche en que
se sincero con el diciéndole que había cometido un error; muy bien sabia que él
no era del tipo que se olvida de lo demás solo por un error. Pero le confirmó
lo que ella tanto temía. El ya no la amaba ni la amaría más. Por más de una
hora se quedo acostada con los ojos cerrados, no dormía solo dejaba que el
silencio de la habitación la arropara.
Cuando estaba por vencerle el
sueño, una melodía comenzó a sonar fuera de la habitación, al mirar la puerta,
por debajo se filtraba una tenue luz. Pensó que él agente se preparaba para
dormir, así que decidió hacer lo mismo. Estaba a punto de meterse en la
cobijas, cuando de pronto un ruido se escucho fuera, inmediatamente se acerco a
la puerta para ver lo que estaba pasando.
– ¿Qué está haciendo? – pregunto
Brennan, al salir del cuarto tratando de amarrar su bata de dormir alrededor de
su cintura.
– Perdone Dra., no quise
despertarla – dijo Denny rápidamente al verla salir.
– Pero mire, que desorden tiene
aquí, derramo la cerveza por toda la cocina.
– En verdad lo siento, la botella
se resbaló de mi mano, pero en este mismo instante recojo todo – dicho esto
Denny se dirigió al cuarto de lavado y trajo consigo un trapeador y una cubeta
– perdone que le diga esto, pero no ha comido nada, tiene que alimentarse.
– No tengo hambre
Brennan se había quedado en la
sala, viendo como el hombre se encargaba de limpiar. Al mirar la sala observo
todo lo que el hombre tenía en la mesa de centro, había bolsas de palomitas, un
par de latas de refresco, su celular, y para su asombro; el primer libro que
ella había escrito.
– Si me lo permite, le puedo
ofrecer un poco de pizza, que pedí hace un rato.
– Ya le dije que no tengo hambre –
repitió Brennan.
– Esta bien, regrese a dormir, ya
tengo todo bajo control.
– ¿Cómo es que no escuche el
timbre sonar? – pregunto Brennan
– A es que le pedí al agente
Roque, que me la trajera, y cuando llego me mando un mensaje pues no quería que
usted se despertara.
– No estaba dormida.
– Pues mire que si no dúreme y no
come, se enfermara pronto.
– Un ser humano puede vivir sin
alimento un mes, pero para gente que come como usted con una semana o dos sería
suficiente para morir. Ahí registro de que culturas como los "Fakires" y maestros
hindúes "Yoggis" pueden pasar
meses incluso años sin comer y beber nada.
– Por lo que se usted no es ni una
Frakire ni una maestra Yoggi… por lo tanto tiene la obligación de comer –
sentencio Denny, llegando hasta ella pues ya había terminado de limpiar.
– Usted no sabe nada de mí –
contesto ella, con cierto coraje.
– Yo diría que lo sé todo – dijo
el hombre con arrogancia.
– Un simple informe no le da
ninguna información útil – dijo ella girándose para regresar a la habitación.
– Se que sus padres la abandonaron
cuando tenía 15 años – escuchar esto, fue suficiente para que Brennan se
volteara y escuchara lo que el hombre decía –
que su hermano también se fue dejándola en el sistema, que con mucho
esfuerzo consiguió salir adelante, para convertirse en la mejor antropóloga
forense del país. Sé que desde hace 6 años trabajo con el F.B.I., también tengo
conocimiento de todos los casos en los que ha participado. En cuanto a su vida
privada, sus mejores amigos son todo el equipo del Jeffersonian, se que estuvo
relacionada con varios hombres desde su antiguo profesor, así como el hermano
de un asesino, con el agente Sully, con un soldador submarino, con un
intelectual o sí también con mi jefe.
– ¿Eso es lo que hay en mi
historial? – pregunto atónita.
– Así es, la verdad es que el
historia público es bastante corto, pero las notas del Dr. Sweets son realmente
detalladas.
– ¿Quién te dio derecho a leer
eso?
– En el momento en que supimos que
su vida estaba en peligro, empezamos a investigar todas las conexiones que la
llevaran a estar en la mira de un asesino.
– Ni siquiera Sweets sabe todo de
mí.
– La verdad es que no, el tipo en
vez de verla como un paciente, la admira como una amiga, sé que puedo sonar
loco, pero la siente como una madre.
– Una madre – dijo Brennan riendo
– eso es lo más tonto que eh escuchado.
– Puede ser, le juro que no eh
tomado nada aun – dijo él, tratando de alargar el buen estado de ánimo de la
Dra.
– Aun así le aseguro que no conoce
ni una mínima parte de mí.
– Eso es seguro, usted es como una
caja de sorpresas, siempre tiene algo nuevo para mostrar.
– ¿A qué se refiere? – preguntó
ella con gran curiosidad.
– Bueno es una mujer de gran
carácter – le empezó a decir, pero mientras la tomo del brazo y la condujo
hasta el sofá – la vida lo ha ido formando eso lo tengo seguro, busca que la
lógica conduzca su vida, pero a veces, su espíritu se antepone a la razón y
deja fluir sus emociones.
– Eso tampoco dice mucho de mí.
Además no es justo, yo no sé nada de usted, solo sé que le gusta hacer bromas.
– Solo a veces, cuando las
circunstancias no nos dan otra opción – le contesto mientras le acercaba una
rebanada de pizza – pero dime ¿Qué quieres saber de mí?
– Tú sabes toda mi historia, tengo
derecho a conocer la tuya – dijo, tomando el pedazo y llevándoselo a la boca.
– Ok, nací aquí en Washington,
pero mis padres se mudaron a New York cuando tenía 5 años, mi familia es grande
tengo 4 tíos y cada uno tiene su familia, mis primos son como 15, todos ya
están casados o tienen pareja, debes de saber que soy el único soltero, andan
diciendo que me voy a quedar solo el resto de mi vida.
– Nunca has tenido una relación.
– Claro que si Dra., pero nuca eh
sentido la necesidad, de ir más allá con alguien.
– Tú no piensas en casarte y tener
hijos, y cumplir el sueño americano.
–
La verdad es que pienso que eso es una imposición de la sociedad, me
refiero al matrimonio, en cuanto a lo de tener hijos, me agradaría, creo
importante dejar mi descendencia – volvió a bromear.
– ¿En verdad lo crees?
– Lo de la descendencia, claro que
sí, se que un niño debe de desarrollarse en un ambiente apropiado de amor y
respeto, pero eso no implica que me tenga que casar a fuerzas.
– ¿Quieres una cerveza? – dijo
Brennan levantándose, para dirigirse a la nevera y tomar dos botellas de
cerveza.
– Me está invitando a cenar… Dra.
– Puedes llamarme Temperance – le
respondió dándole una de las botellas.
– Entonces ¿Ya no está enojada
conmigo?
– Bueno aunque no me has pedido
una disculpa, creo que ya no estoy tan enojada.
– Lo siento, siento haberte
mentido, pero créeme, solo quería protegerte.
– Gracias, gracias por protegerme – le dijo,
mirándolo a los ojos.
– Muy bien Doc. , creo que mi
trabajo de ahora en adelante será más sencillo – dijo chocando su botella
contra la de Brennan. Sellando el inicio de una amistad.
– ¿Doc? – pregunto Brennan.
– Si, Temperance es un nombre muy
largo, Tempe, así le dicen muchos; Brennan o Brenn también es muy conocido,
Huesos solo así le llama el agente Booth – dijo, notando como los ojos de la
mujer se nublaban – y como me acostumbre a decirle Dra., pues le diré Doc., no
es tan formal.
Después de esa explicación todo
fue más ameno y la noche paso entre historias y risas que hicieron que la
velada pasara muy rápido.
Por la mañana el sonido del timbre despertó al agente que
dormía plácidamente en el pequeño sofá. Al principio no hizo mucho caso del
llamado, pero al final, sin poder ignorarlo más se paro y se dirigió a la
puerta.
–
Voy, un momento – grito antes de llegar al recibidor.
–
¿Qué está pasando agente? ¿Por qué tarda tanto en abrir? No le avisaron que teníamos
reunión el Jeffersonian con Hancker – dijo Booth, mientras entraba a la
estancia de Brennan, pero paro de preguntar
en cuanto la vio recostada en el sofá, con tan solo una cobija cubriendo
su cuerpo – ¿Qué está pasando aquí? ¿Cómo es posible que usted y Brennan hayan
estado juntos?
–
Agente espere no es lo que usted está pensando – intervino rápidamente Denny.
–
¿QUE NO ES LO QUE ESTOY PENSANDO? Y USTED ¿QUE CREE QUE ESTOY PENSANDO? – grito
Booth, que al darse cuenta de que el agente se encontraba sin camisa, no se
contuvo más y le dio un fuerte golpe en la cara haciendo que el hombre cayera
sobre la mesa de centro.
El
ruido despertó a Brennan que rápidamente se paro y se puso en posición de
defensa, pensando que el hombre que había atentado contra su vida se encontraba
en su sala.
–
Doc., tranquila solo es el agente Booth – dijo Denny parándose y poniéndose
frente a ella.
–
¿Booth? – dijo buscando al otro hombre.
–
¿Así es, al parecer interrumpí su reunión? – dijo Booth, tratando de mirara a
otro lado.
–
¿Qué haces aquí Booth? Y de qué reunión hablas – dijo Brennan, frotándose los
ojos.
–
Tenemos que ir al Jeffersonian – dijo Booth tajante.
–
Esta bien, me iré a arreglar, Denny tú puedes cambiarte en el cuarto de
huéspedes.
–
Si quieren me voy para que sigan con la diversión.
–
¿A qué te refieres? – pregunto Brennan realmente confusa.
–
Olvídalo – dijo Booth, caminando hacia la salida.
Ni
Denny ni Brennan dijeron nada, se fueron a cambiar y en poco tiempo salieron
rumbo al Jeffersonian. En cuanto llegaron se dirigieron a la sala de juntas del
instituto, en donde ya todo el equipo, Sweets, Booth y Hancker los esperaban.
–
Disculpen el retraso, no sabíamos nada de la junta – se disculpo Denny.
–
Si agente no se preocupe, al parecer el mensaje no se lo enviaron a usted, un
descuido de las oficinas – comento Hancker.
– Y
bien ¿A que hemos venido? – pregunto Brennan.
–
Tenemos que discutir acerca de la seguridad del instituto, así como de la
seguridad de Parker el hijo de Booth y de Hanna su novia, hemos analizado este
caso y me parece que esta persona está detrás de Booth y no de la Dra. Brennan.
–
Espero que no se dejen llevar por la nota que encontramos ayer, ni siquiera
tiene un fundamento valido – interrumpió Brennan.
–
Por lo que sea Tempe, tenemos que asegurarnos de que todos estén seguros.
–
Sí por ello propongo que Angela no se presente mas en el laboratorio, no se
debe poner en riesgo debido a su estado.
–
No cariño yo quiero seguir ayudando, juntos podemos descubrir quién es este
bastardo.
–
Angela no es necesario que te expongas, la vida de tu hijo y la tuya es muy
importante – dijo Brennan de forma protectora – Cam estará de acuerdo conmigo –
dijo mirando a la aludida que solo asintió ante el comentario de Brennan.
– Y
la caja de sorpresas se abre de nuevo – dijo Denny acercándose a Brennan,
invitándola a sentar frente a la gran mesa.
Brennan
no dijo nada, solo sonrió ante la ocurrencia de su nuevo amigo y se dispuso a
seguir discutiendo el plan a seguir para la protección de ella y de sus amigos.
.
–
Booth, espera ¿Te encuentras bien? – pregunto Brennan, mientras trataba de
alcanzarlo pues él en cuanto a cabo la reunión salió lo más rápido que pudo del
salón.
– Claro Brennan ¿Por qué tendría yo que estar
mal? – contesto sin detenerse ni voltear a verla.
–
Desde la mañana que llegaste a mi apartamento no te comportaste como tú.
–
¿Cómo yo? ¿A qué te refieres?
–
Bueno saliste sin decir nada, y ahora te vas sin despedirte de nadie.
–
No pasa nada, es solo que me sorprendió ver que hasta con tu guardaespaldas te
hayas…
–
Me haya ¿Qué Booth? – pregunto Brennan entre dientes.
–
Hayas tenido intimidad – dijo parándose de pronto pero aun sin voltear – sabes
que eso le puede traer problemas al muchacho, con razón lo transfirieron.
–
Yo no me acosté con Denny – dijo enojada.
–
¿A no? Por lo que vi esta mañana te puedo asegurar que Hancker lo hubiera
corrido.
– Mira Booth, yo sé que no me acosté con él, y
sabes ¿Qué?, no me importa si tu lo crees, simplemente no te metas en mi vida,
ve a cuidar a tu familia, ellos son los que te necesitan – contesto Brennan.
–
Booth mi amor ¿Qué pasa?, recibí tu mensaje esta mañana – se acerco de pronto
Hanna, quien iba llegando al instituto.
–
La persona que disparo a Brennan hace tiempo… es probable que también venga
tras de ti – contesto Booth, encarando por fin a las dos mujeres.
–
Tras de mí, wow me siento honrada – se mofo la periodista.
–
No creo que sea un honor estar bajo la mira de un asesino y menos que Parker
también este en peligro – de pronto dijo Brennan.
–
¿Cómo? ¿Qué tiene que ver Parker? – pregunto la rubia.
–
Al parecer, este tipo proviene del pasado de Booth – dijo sin más Brennan.
–
Doc. ¿Dónde te metiste? Recuerda que soy tu niñera personal – interrumpió
Denny.
–
Ay no digas eso, ahora cada que estés junto a mí, me sentiré una niñita – trato
de bromear Brennan – digo por el hecho
de que la profesión de una niñera es el cuidado de niños pequeños, aunque claro
que yo no soy una pequeña – se explico Brennan.
–
Lo entendimos a la primera Doc., pero créeme esto lo agregare a mi caja de
sorpresas – comento el agente.
–
¿Caja de sorpresas? – cuestiono Hanna, pregunta qué alivio al agente ya que el
también quería saber a qué se refería la dichosa caja de sorpresas.
–
Es una alusión que Denny hace con respecto a mi vida, pues aunque él cree
conocer todo de mí, le eh dicho que le falta mucho por saber y ahora al parecer
se empeña en hacer una lista de mis cualidades y habilidades, espero que la
caja sea muy grande – comento Brennan.
–
Ay Doc., créame que la caja es muy grande, para poder guardar todo su ego –
dijo Denny.
–
El ego no es palpable, no lo podría guardar en una caja – corrigió Brennan.
–
Ok, ok, Doc., ya entendí, quiere ir a su oficina, o al dichoso limbo, o a su
casa, recuerde que el caso quedara en paro hasta que no solucionemos este
problema.
–
Vayamos a desayunar, tengo hambre, recuerda que no soy una maestra yoggi.
–
Claro por fin lo entiende.
–
¿Quieren venir? – pregunto Brennan dirigiéndose a la pareja que estaba frente
de ellos.
–
No gracias, tengo que ir a explicarle a Rebeca la situación – contesto Booth de
forma tajante.
–
Esta bien, nos vemos después – se despidió Brennan, volteándose y caminando a
la salida al lado de Denny.
–
Parece que ya no se odian – comento Hanna.
–
Eso parece – dijo Booth, tratando de parecer indiferente.
–
Bien dice el dicho, del odio al amor solo hay un paso.
Este
comentario no se lo esperaba Booth, podría ser posible que ellos estuvieran
enamorados, pero si solo llevaban mes y medio juntos, él y Brennan llevaban más
de 6 años compartiendo su vida. Ellos dos al momento de conocerse habían
conectado de buena forma, pero con Denny había sido diferente, desde el
principio se habían odiado y es que el primer encuentro en la cafetería no
contaba ya que ella no sabía de quien se trataba. ¿Era posible que Brennan
también estuviera cambiando de pagina? Era lo que él le había sugerido, ni
siquiera tenía que importarle, lo importante era que él tenía a Hanna y ella no
era un PREMIO DE CONSOLACION.
–
No lo sé, mejor vámonos.
.
.
.
- ¡CUIDADO!
Disparos, gritos, es todo lo que puede escuchar; no sabe
donde esta él. Su cerebro le dice que se tiene que levantar, pero su cuerpo,
cada una de sus terminaciones nerviosas le impiden hacerlo.
– Doc. – se escucha apenas un murmullo entre tal alboroto.
– Denny – logra pronunciar.
– Aquí, Doc. ¿Esta herida?
– No
Y es ahí cuando decidida levanta su cabeza esperando
encontrar al hombre que la llama con desesperación. Pero en cuanto lo
visualiza, su cuerpo la amenaza con derrumbarse de nuevo. Por un momento se
pierde entre las personas que van y vienen; haciendo que su entorno gire y se
apague. Busca abrir de nuevo los ojos y cuando al fin lo logra, lo ve tirado en
el piso por encima de un gran charco de sangre.
– No, no, no – repite una y otra vez, mientras obliga a su
cuerpo a arrastrarse entre los cristales, para llegar hasta él, quien en ningún
momento ah dejado de mirarla.
– Doc., debe de alejarse de aquí, no sabemos si el peligro
ya pasó.
– Denny… no hables por favor – pidió la mujer posando su
dedo índice en la boca de él.
– No te preocupes hierva mala nunca muere – bromeo el chico.
– Te daría una explicación fundamentada en hechos
científicos que probara que lo que acabas de decir es incorrecto, pero creo que
este no es el momento.
– Ya vas aprendiendo.
– Lo hago rápido – contesto mientras se quitaba la delgada
mascada que adornaba su cuello y la enrollaba en su mano para oprimir el
abdomen de Denny, del que emanaba una gran cantidad de sangre.
– Aaaaaaaaaaaaaaaa – grito.
– No te quejes y ya no hables, seguramente en poco tiempo
llegara la ambulancia.
– Y Parker – pregunto Denny tratándose de enderezar; cosa
que la antropóloga no le permitió.
– El está bien, Hanna y él están detrás de aquella columna –
dijo señalando al otro lado del lugar.
Apenas vio al niño, Denny cerró los ojos; Brennan se mantuvo
a su lado todo el tiempo, mientras lo revisaban los paramédicos, cuando lo
llevaron al hospital más cercano dentro de la ambulancia. Y lo tuvo que dejar
en cuanto llegaron al quirófano.
.
.
.
Se encontraba sola en la sala de espera, había sido revisada
por un paramédico, quien le vendo el brazo izquierdo por un fuerte golpe que
recibió al caer.
Media hora después Angela le llamo a su celular.
– Brennan ¿Qué paso? Escuche en las noticias acerca de un
atentado contra ti – pregunto Ange en un tono exaltado.
– Estoy bien solo me golpeé el hombro… – se quedo callada de
repente.
– Brenn ¿Booth está bien?
– Si Ange él y Parker están bien; Denny es a quien hirieron.
- Espera amiga, no entiendo.
- Booth le pidió a Denny ayuda para revisar una casa vieja
en donde creían se encontraba el francotirador, así que decidieron dejarnos a
Hanna, Parker y a mí en la casa de Denny, creyendo que ahí no nos encontraría.
- Pero no fue así
- No, los esperamos dentro de la casa por un rato, pero
Parker estaba aburrido por ello decidimos ir a una heladería que estaba en la
esquina de la calle. Cuando estábamos haciendo nuestro pedido, se escucho un
disparo. Booth y Denny iban de regreso a la casa pero al darse cuenta de lo que
pasaba, entraron al local. Denny se dio cuenta de a quien apuntaban era a
Parker, así que corrió hasta él y se interpuso entre el niño y la bala,
quedando gravemente herido. Booth que había visto al hombre en el segundo piso
del edificio que estaba enfrente de la heladería, corrió hasta él y al parecer
logro atraparlo.
- Bueno por fin se acabo esta pesadilla.
- Denny no ah salido del quirófano, nadie me dice nada.
- Tranquila Brennan, todo va a salir bien.
- Tú no puedes saber eso.
- ¿Acaso noto demasiada preocupación por tu
guardaespaldas?
- No era solo mi guardaespaldas, somos amigos.
- Si ya lo sé, era evidente el cambio en su relación.
- Brennan ¿Como esta Denny? - se escucho una voz.
- Booth aun no me dicen nada - contesto Brennan des prendiéndose
del móvil.
- Déjame preguntar, seguramente a un agente del F.B.I., no
le niegan ninguna información - dijo alejándose con dirección a la recepción.
- Amiga ya escuche a Booth, tranquila.
- Ok nos vemos - dijo la antropóloga cortando la llamada.
- Esta en cirugía, tratan de retirarle la bala, quedo alojada
en la parte externa del hígado - comunico Booth a su compañera.
Brennan solo asintió con la cabeza y se sentó en el sillón. Volvió
a hablar solo para preguntarle cómo se encontraba Parker y Hanna. Después de
eso todo quedo en silencio nuevamente.
- Familiares de Denny Tomsk - pregunto una doctora a mitad
de la madrugada.
- Aun no han llegado, pero yo soy su compañero del F.B.I.,
dígame ¿Cómo se encuentra?
- Bien, esta fuera de peligro.
- Puedo pasar a verlo - pregunto Brennan.
- Claro los dos pueden pasar - dijo la doctora haciendo
señas para que la siguieran.
Al llegar a la habitación Brennan fue la primera en entrar.
El agente se encontraba con los ojos cerrados y mantenía una
respiración acompasada que era supervisada por la maquina que estaba a un lado de su cabeza.
- No se ve mal - comento Booth.
- Hierva mala nunca muere - repitió el dicho Brennan.
- Tu haciendo uso del lenguaje popular.
- El lo dijo antes de que lo trajeran aquí.
- Te lo dije y lo cumplí - se escucho de pronto la débil voz
de Denny.
- Ey hombre tengo que agradecerte por lo que hiciste por mi
hijo.
- No hay nada que agradecer Booth, mi trabajo era mantener a
las personas cercanas a ti a salvo, sobre todo a esta mujer - dijo, estirando
su mano izquierda para atrapar la de Temperance. Ella recibió de buena manera
el gesto de Denny poniendo la otra mano que tenia libre encima de sus dedos ya
entrelazados.
- La sociedad te define como un héroe, supongo que aumentara
tu ego - comento Brennan haciendo notar su agradecimiento.
- La definición de Héroe es un ser con poderes sobre
humanos, de extrema galanura e invencible; por lo que se yo solo tengo galanura
- dijo sonriendo.
- Tu definición se basa en la mitología y cuentos, un Héroe
en la sociedad actual es una persona con gran valentía que es capaz de
arriesgar su propia vida por salvar a alguien inocente; y si tengo que darte la
razón en que eres guapo.
- Bueno me convenciste soy valiente y extremadamente guapo
todo un HEROE.
Booth había permanecido al final del cuarto, observando y
escuchando la conversación entre Brennan y Denny; todo tipo de sensaciones recorrían
su cuerpo: enojo, tristeza, alegría, anhelo, frustración, deseo.
- Huesos, creo que Denny tiene que descansar, será mejor que
te lleve a casa - hablo de pronto Booth, deseando sacar a la mujer de esa habitación
que comenzaba a asfixiarlo.
- Gracias Booth, pero me voy a quedar con Denny - contesto sin
siquiera voltear a verlo.
- Doc. ve a descansar yo estaré bien y te prometo que no iré
a ninguna parte.
- Me voy a quedar y no cambiare de parecer, me voy cuando
llegue tu familia.
- Entonces espero que se tarden.
- Está bien - dijo rápidamente Booth - luego nos vemos -
salió rápidamente de la habitación.
Pasaron 3 días en los que Booth no se encontró en un solo
momento con Brennan pues todo el día se la pasaba con Denny.
Después de esos 3 días en los que Booth no se había
encontrado con Brennan, por fin llego un caso, pretexto perfecto para que el
agente la buscara. Por la tarde ya que habían recogido todo tipo de evidencia
Booth se encontraba analizando uno de los videos encontrados en la casa de la
victima junto con Cam, Angela y Temperance.
- Buenas noches aquí se encuentra la Dra. Brennan - pregunto
de pronto un chico delgado a la entrada de la oficina de Ange.
- ¿Quien la busca? - interrogo rápidamente Booth.
- Vengo a entregarle un arreglo de flores, el cual ya está
en su oficina. ¿Está aquí la Dra. Brennan o no?
- Si soy yo - dijo la antropóloga mientras se acercaba a
firmar el recibo.
- No me imagino quien podrá estar detrás de todo esto -
mintió Ange al ver la cara de emoción de su amiga.
Al entrar a la oficina Brennan pudo apreciar un gran ramo de
rosas rojas que se encontraban junto a una caja de tamaño mediano; al verla
inmediatamente pensó en aquella caja de sorpresas de la que tanto le hablaba
Denny. Detrás de ella se encontraban también Cam y Booth.
- Denny lo mando - dijo sin darse cuenta que ya todos sabían
eso.
Se acerco y tomo la tarjeta que estaba entre las flores,
" Para mi Doc. preferida; gracias por cuidar de mi " - leyó la nota
en voz alta.
- Brenn abre la caja para ver que ahí.
Al seguir la petición de su amiga, tomo la tapa de la caja y
la levanto, dentro había un pergamino cuidadosamente enrollado, al sacarlo la
larga hoja cayó al piso, mostrando algunas palabras escritas en la mitad de la
hoja, la otra parte estaba en blanco.
- ¿Que significa esto? - pregunto Cam, acercándose para
tomar una parte del largo pergamino; de
donde comenzó a leer - Inteligente,
Bella, Graciosa, Protectora, Amigable...
- Denny dice que soy como una caja de sorpresas - informo
Brennan - por el hecho de que el creía conocerme, pero yo le demostré que no.
- Que ingenioso - comento Booth que se había mantenido en la
puerta.
- Todavía hay más en la caja - anuncio Angela.
Brennan tomo una cajita de terciopelo junto con otra nota y
de nuevo la leyó en voz alta.
" Doc. La espero fuera del instituto a las 7:30. , no
se demore mucho. Y no abra la caja de terciopelo, solo tráigala. Espero agregar
otra cualidad a su lista "
- ¿Qué hora es? - pregunto Cam de pronto.
- Son las 7:45 - dijo con gran calma Booth.
- Ay no ya es tarde - dijo Brennan sin moverse.
- Brennan son 15 minutos, estoy segura que aun está afuera
esperándote.
- Vamos muévete Temperance aun estas a tiempo - dijo Cam
tomándola de la mano mientas que Angela cogía su bolso y abrigo.
Las chicas ya iban a la mitad del pasillo cuando oyeron una
voz
- Huesos espera - grito Booth.
Las tres mujeres se pararon de pronto sin voltear, cuando al
fin el agente llego hasta ellas, tomo el brazo de Brennan y la giro quedando
frente a frente.
- Creo que te hará falta esto - dijo entregándole la caja
más grande con todo lo demás cuidadosamente guardado. Sin más el hombre se
adelanto a las mujeres y salió del laboratorio.
La antropóloga retomo su camino, al salir observó al agente
que se encontraba recargado en un coche negro.
- ¿Qué haces aquí? Tendrías que guardar reposo.
- Te quería dar una sorpresa, no me regañes - contesto
mientras la tomaba de la mano y la jalaba para llevarla dentro del coche y como
todo un caballero espero a que ella se acomodara cerró la puerta y después de dar
la vuelta entro al mustang y lo arranco.
- Así que te gustan los autos antiguos.
- No digas eso, este carro es un clásico deberías respetarlo
es muy sensible.
- Un auto no tiene sentimientos...
- Claro que los tiene ahora me tendrás que ayudar a pulirlo
para remediar el daño que le has hecho.
- Ni creas que yo te voy a ayudar, pero veo que buscas reconocimiento de la sociedad
mostrando esta reliquia.
- Si como no, soy un hombre que busca desesperadamente
reconocimiento social - dijo Denny en tono sarcástico.
Así entre risas e indirectas llegaron hasta la casa de
Denny. Al entrar se apreciaba una pequeña mesa de centro cuidadosamente
decorada con un hermoso mantel blanco y un fino candelabro al centro.
- ¿Que significa todo esto? - pregunto Brennan mientras se
sentaba con la ayuda de Denny.
- Solo es para agradecerte tu compañía durante estos días -
al notar la cara de la Dra. prosiguió - Únicamente es una cena de amigo.
Después de esto ella se relajo un poco y hasta se burlo de
él, cuando saco una caja de pizza; pues la cena parecía más formal.
Al finalizar la cena Denny la llevo a la parte trasera de su
casa en donde habían dos columpios y junto a estos un pequeño estanque.
- Tu casa es hermosa - comento Brennan mientras se sentaba y
se dejaba mecer en uno de los columpios.
- Mi abuela me la dejo, claro que yo la acondicione a mi
gusto, deberías haber visto los gatos y patos de cerámica que estaban junto al
estanque.
Brennan rio ante el comentario del agente, para después dar
paso a un largo suspiro.
- Doc. ¿Abriste la cajita? - pregunto Denny.
- No tú pediste que no lo hiciera.
- Me parece perfecto creo que puedo agregar a la lista que
eres obediente.
- Eso ni dudarlo, pero ¿Ya puedo abrirla? - cuestiono
sacando la cajita de su abrigo.
- Antes quisiera saber algo - dijo Denny parándose del otro
columpio en el que estaba.
- ¿Qué?
- ¿Sigues enamorada del agente Booth?
Brennan no dijo nada, detuvo el columpio y empezó a caminar
en dirección del estanque.
- ¿Me vas a contestar?
- No sé qué decirte, primero me gustaría saber cómo es que
sabes que entre Booth y yo...
- La mayor parte la supe por Sweets, claro que no todo, algo
había cambiado y el chico no tenía idea de que.
- El siempre creyó que Booth y yo terminaríamos juntos –
dijo de manera melancólica - una noche
Sweets le dijo a el que apostara por lo nuestro y Seeley así lo hizo, me pidió
una oportunidad que yo le negué..
- Por ello, el se fue a Afganistán y tu a las islas Maluku –
dedujo rápidamente Denny.
- Aunque lo había negado, ese fue el motivo – confeso por
primera vez la antropóloga - Regresamos antes de la fecha, pero él no lo hizo
solo, Hanna venía con él. Booth me lo dijo cambiaria página.
- Y tú, ¿Porque no lo hiciste?
- Creí que al volver podría explicarle el porqué de mi
decisión, esperando que todo quedara como antes.
- Ahora me podrías contestar ¿Sigues enamorada de él?
- Al parecer si, provoca ciertas reacciones en mi sistema.
- Podrías luchar por el - dijo el hombre mirando el reflejo
de Brennan a través del estanque.
- El está con Hanna, ella no es un premio de consolación,
eso me lo dijo el día que me decidí a decirle que había cometido un error.
Además… ella es potencialmente la mujer indicada para él – dijo apenas en un
murmuro apenas audible para el agente.
- Entonces piensas en algún momento seguir con tu camino.
- Te refieres a buscar a un hombre.
- mmm si, a buscar a alguien que te haga sentir esa
reacciones de las que hablas pero con mayor intensidad - para cuando Denny
pronunciaba estas palabras se encontraba detrás de Temperance susurrándole al
oído.
- Bueno creo que podría intentar buscarlo.
- Y si te digo que hoy es tu día de suerte y que no tienes
que buscar.
Al escuchar estas palabras Brennan se giro quedando de
frente a Denny. El tomo la caja de terciopelo que ella apretaba entre su mano
izquierda y la abrió dejando al descubierto una pulsera de oro, de arillos
entrelazados y en el medio de cada uno colgaban pequeños diamantes de un azul
topacio.
- Temperance no pongas esa cara, no te estoy proponiendo
matrimonio, solo quiero que me dejes entrar en tu vida, ser tu amante solo eso,
sin ninguna atadura, sin ningún lazo...
- Sin compromiso - recalco Brennan.
Denny solo asintió y acorto la distancia que los separaba. A
la mitad del beso que cada vez reclamaba más espacio en la boca del otro, el
celular de Brennan comenzó a sonar.
- Brennan - contesto sin alejarse de Denny.
- ...
- Ok Cam voy para allá - dijo después de escuchar a su jefa
- no hay problema Cam llego en 20 minutos.
Al colgar Denny la miraba de forma desaprobatoria.
- Me tengo que ir.
- Ya lo sé - dijo el agente poniendo cara de niño al que le
quitan algo que quería mucho.
Brennan le dio un beso fugaz en los labios y comenzó a
caminar a la salida.
- Espera, entones ¿Tenemos algo?
- Si, somos dos adultos que se conocen; sin ningún tipo de
titulo impuesto por la sociedad.
- Sin ninguna imposición, conservando nuestra libertad.
- ¿Y vas a dejar que me vaya en taxi? ¿O me vas a prestar tu
auto?
- Bueno considerando que lo ofendiste hace rato, creo que si
te lo quieres llevar tendrás que aceptar ayudarme a pulirlo.
- Muy bien te ayudare – concedió la Dra. de inmediato.
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