septiembre 25, 2009

LO QUE MAS QUIERO 4

Brennan había abrazado a Parker por un largo rato, poco a poco el pequeño se calmo.
- ¿Por qué estamos aquí Dra. Brennan? ¿Dónde está mi papá?
Ella conocía la respuesta a esas interrogante, sin embargo pensó muy bien cómo explicarle la situación al niño para no espantarlo, ya que no quería que comenzara a llorar de nuevo. Y no era porque la irritara si no que se sentía mal de que el pequeño estuviera en esa situación y que se espantara más.
- Bueno estamos encerrados en este cuarto – comenzó a decir – y seguramente papá nos está buscando – hasta ese momento no había pensado en lo mal que la estaría pasando Booth al no saber donde se encontraba su hijo – Parker, ¿recuerdas como llegamos aquí? – Brennan sabía por que estaba ahí, lo que no podía recordar era como había llegado y sabía que aunque lo intentara no lograría nada, como ocurrió la primera vez que la sepulturera la enterró.
-Pues yo tampoco se Huesos, perdón Dra. Brennan – dijo el niño algo avergonzado pues sabía que a ella no le gustaba que la llamaran así.
Brennan río, era cierto que no le gustaba que Booth le hubiera impuesto ese apodo, pero debía reconocer que eso le molesto al principio, ahora era como su segundo nombre ante él.
- No hay problema Parker tu también me puedes llamar Huesos – al fin y acab0 el también era un Booth – Ahora dime que es lo último que recuerdas.
- Pues yo estaba en el laboratorio con Max, tu papa; tenía que salir temprano porque mi mama me dijo que así lo hiciera, cuando iba hacia la salida te vi y te alcance, como no llegaba mi mama me dijiste que esperarías conmigo, empezamos a jugar haciendo un arcoíris – el niño se quedo callado y abrazo a Brennan aun más fuerte y prosiguió – de repente llego una camioneta negra y bajo una mujer, tú me empujaste a las puertas del laboratorio… auch por cierto aun me duelen las rodillas.
- mmm lo siento, sí quieres cuando salgamos te llevo aun doctor para que te revise, pero no hay fractura, así que no te debe de doler mucho.
.Después empezaste a pelear con la mujer, pero ella te puso algo en el cuello y te desmayaste, cuanto te intentaba subir a la camioneta, yo corrí y trate de defenderte, pero no pude, cuando termino de subirte al auto me cargo y me puso un pañuelo en la boca y desde entonces creo me quede dormido – dijo el niño algo confundido.
Brennan estaba encerrada con el pequeño hijo de Booth, y lo único que quería era regresárselo. Asi fuera lo último que hiciera. Volvió a inspeccionar la habitación y encontró unas escaleras que conducía a una puerta.
---------------------------------------------------------------
Booth estaba cada vez mas desesperado ya habían pasado 5 horas. Y no tenia idea de donde se podrían encontrar, las dos personas mas importantes de su vida. Cam había conseguido las cintas que podrían a ver captado la trayectoria de la camioneta­­ –buscar dirección-
Una de las grabaciones mostro la trayectoria de una camioneta negra la cual Angela pudo identificar como la de la sepulturera. Fue sencillo seguirla hasta que llego a la Avenida Jefferson Davis Hwy, ya que a partir de ahí no había cámaras de vigilancia ya que se dirigirán a la vieja carretera de D.C.
- Sabemos que pueden estar a lo largo de este camino – dijo Angela mostrando la pantalla de su ordenador.
- Son más de 1000 km, hasta llegar al vecindario Princh, donde duco mucho que estén – aseguro Cam.
- No hay que descartar nada, pero si considero que debemos concentrarnos en las zonas desiertas de ese tramo – afirmo Sweets – recuerde que ella actúa por una parte enseñando a la sociedad quien es; y por otro lado quiere que la Doctora Brennan esta vez no pueda escapar.
Nadie hizo comentario de las palabras de Sweets.
- Tenemos que asegurarnos de que la sepulturera, este encerrada, y no este engañando a los guardias, o los mismos están de su lado – dijo Booth – pero… yo no quisiera ir – menciono en un tono de rabia que no podía contener, pues sabía que en cuanto la viera si es que la encontraban ahí se abalanzaría sobre ella, para hacerla decirle donde estaban Parker y Brennan.
- Yo iré – se ofreció Hodgins
- Te puedo acompañar chico – pregunto Max – no quiero estar aquí sin hacer nada.

1 comentario:

Pam Cullen dijo...

Pobre Booth!
Pobre Brennan!
Pobre Parker!
espero pronto subas el siguiente.